La cueva de Pozalagua destaca por sus enormes cavidades y por sus estalactitas excéntricas en forma de flor. Es tal la concentración que son las segundas a nivel mundial (las mayores son unas cuevas australianas). Y por toda Europa apenas podemos encontrar este tipo de estalactitas. Se deben a un curioso proceso que ha afectado a la dolomía [CaMg(CO3)2], lo que las ha convertido en esa maravilla que pueden contemplar los visitantes.